Calibración

Calibración en PNL hace referencia a agudizar la capacidad de observación de la que todos disponemos con la finalidad de poder reconocer en los demás los diferentes estados en los que se pueden encontrar y si su mensaje es congruente o incongruente.

En este acto de observación consciente enfocamos nuestra atención tanto a la fisiología de la otra persona como al tipo de vocabulario que utiliza y como lo utiliza, de este modo podemos obtener información muy valiosa e interesante de nuestro interlocutor o interlocutores.

En ocasiones nuestra calibración es tan pobre que no nos damos cuenta de una situación crítica hasta que una persona empieza a llorar, confiamos en exceso en las palabras que utiliza y no prestamos atención al resto de información que nos está transmitiendo.

En esta imagen, vemos claramente como lo «que» decimos, las palabras que articulamos únicamente suponen el 7% del total del proceso de la comunicación, el 38% lo compone el «como» decimos lo que decimos, es decir, el tono de voz, el ritmo, la intensidad, etc., y por último el 55% está compuesto por nuestro lenguaje no verbal, como nos movemos, nuestra expresión facial, la postura corporal, el movimiento de las manos, etc.

Por lo tanto si aprendemos a desarrollar nuestra capacidad de observación y calibración podemos obtener información importante que podremos utilizar de diferentes maneras en función de nuestros propósitos.

A lo que debemos prestar especial atención es:

  • Movimientos oculares.
  • Respiración, su velocidad, ritmo, localización, etc.
  • Expresiones faciales.
  • Movimiento de los músculos faciales, mandíbula, boca, etc.
  • Coloración de la piel.
  • Dilatación de las pupilas.
  • Cambios de tamaño del labio inferior.
  • Postura corporal, posición, simetría del cuerpo, etc.
  • Inclinación y movimiento de la cabeza.
  • Ángulo de los hombros.
  • Movimiento de las manos, gestos…
  • Predicados verbales que usa la persona.
  • Cualidades de los predicados verbales: tono, volumen, timbre, etc.

Un ejercicio interesante para desarrollar la capacidad de calibración es el siguiente:

A desarrollar en un entorno tranquilo y con un compañero, le pedimos que piense en una persona a la que aprecie mucho y que la tenga en estima, mientras lo hace, nos fijamos en la posición de su cabeza, como mueve sus ojos, la respiración, si es profunda o no, lenta o rápida. Observamos también el tono muscular, el color de la piel, tono de voz y cualquier otra cosa que nos pueda parecer relevante, incluso aquellas que normalmente suelen pasar inadvertidas…todos estos indicios vienen a ser la expresión externa de los pensamientos.

Ahora pedimos al compañero que piense en alguien que no le agrade y observamos como difieren esas señales que nos muestra de las anteriores y le pedimos que piense alternativamente en uno y otro hasta que esté seguro de puede detectar las diferencias en su fisiología, le podemos preguntar cosas como: cuál de los dos tiene el pelo más largo, quien es más bajo o alto, etc.

Con un poco de práctica enseguida sabremos cuál de los dos es leyendo solamente las señales que nos facilita nuestro interlocutor.

Parece como magia y sin embargo no lo es, es simplemente agudizar nuestra capacidad de atención, es decir calibrar.